25 de septiembre de 2021 | XXII Ruta Carreteril EL BOSQUE DE LA CATEDRAL

Para labrar las grandes vigas de tercia que permitieron convertir la catedral románica de Burgos en la joya gótica que hoy contemplamos, se precisaban grandes fustes. Esta madera sólo podía proceder de pino albar de la Sierra de Pinares, nacidos dos siglos antes de su colocación en obra.

Esto nos retrotrae a la selvicultura practicada por los antiguos pobladores altomedievales del Arlanza, cuyas necrópolis, como Cuyacabras o Revenga, se conservan en los propios montes hoy en día. La colonización humana de estas sierras y el adehesamiento de los pinares para el ganado a través del entresacado de pinos, hicieron posible la producción de ejemplares de gran escuadría para las futuras grandes obras.

Los primeros reyes castellanos otorgaron, mediante las Cartas Pueblas, la propiedad de los montes a los pueblos y ordenaron el reparto comunal de pinos entre los vecinos para asegurar su cuidado, conscientes del valor de las poblaciones para la conservación generacional de los montes.

La extraordinaria selvipascicultura practicada por nuestros antepasados puede ser avalada mediante el análisis dendrocronológico de la madera que todavía perdura de muestra en nuestra catedral. Aunque la cubierta burgalesa fue sustituida por una estructura metálica, aún quedan algunas vigas simbólicas y planos de los arquitectos que la modificaron. Datar la edad de una madera es atestiguar las enormes cualidades de estas nobles coníferas que, protegidas por su resina interior, sobreviven el milenio.

Para la seo burgalesa, se precisaron miles de carros, no es por tanto desmesurado afirmar la ya existencia de la Cabaña Real de Carreteros, oficialmente instituida por los Reyes Católicos en 1497, pues había que abastecer la construcción de la pujante “Caput Castellae” y sus negocios laneros de ultramar.

No es fácil encontrar la documentación de los acarreos de materiales para la fábrica de la catedral, pero si es factible calcular la cantidad de carros de piedra que se llevaron, así como conocer las escuadrías de las grandes vigas de madera que sustentaron su cubierta. Más complicado es calcular el volumen de la madera que se utilizó en la obra: cimbras, andamios, grúas, puntales, etc.

La intención de la C.R.C. es resaltar la labor paciente, humilde y anónima de las comunidades selvicultoras que, siglo tras siglo han renovado sus montes de forma sostenible, sirviendo a los diferentes intereses constructivos de la sociedad: iglesias, conventos, cuarteles, hospitales, navíos para la Armada o la red de ferrocarril. Empresas a las que históricamente han servido los centenarios montes de Burgos y Soria, y de otros macizos forestales españoles.


El VIII CENTENARIO DE LA CATEDRAL constituye una gran ocasión para volver la vista sobre los pueblos forestales burgaleses y sus bosques, obras humanas también, que continúan su imparable evolución milenaria a pesar de serios problemas como la despoblación, el cambio climático y el injusto olvido de la política.

Por ello, desde la C.R.C., se pretende visibilizar la histórica contribución selvicultora, junto a la de otros oficios, al levantamiento de la seo burgalesa a través de la RUTA CARRETERIL “EL BOSQUE DE LA CATEDRAL”.

La Asociación ha llegado a un acuerdo con la Parroquia de Santa Águeda que, en estos momentos, está en el proceso de reforma de su cubierta retirando una quinta parte de las vigas tirantes, similares a las de la nave central de la catedral, aunque algo más pequeñas. Estas vigas de tercia, de 12 m de largo, fueron colocadas en la reforma gótica del siglo XIV y proceden de pinos nacidos dos siglos antes de su colocación. Estamos hablando de maderas eternas.

Como homenaje a la madera de nuestros bosques que permitieron la construcción de estas grandes obras, el SÁBADO 25 DE SEPTIEMBRE 2021, se llevará a cabo el acarreo de las vigas centenarias de la Iglesia de Santa Águeda, retiradas en la restauración de su cubierta, mostrando la calidad y durabilidad de este sostenible material.

A las 10:00 h. el párroco Elías González presentará en Santa Águeda el proyecto de la nueva cubierta de madera. A continuación, las antiguas vigas serán cargadas con las vacas serranas para comenzar, a las 11:30 h, el recorrido por el casco histórico hasta llegar al Museo de la Evolución, donde, a las 12:30 h, arrancará la ruta hasta el Fuentes Blancas.

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